Una foto desata el debate: ¿deberían las aerolíneas replantearse la distribución de los asientos para pasajeros con cuerpos más grandes?
Recientemente, una fotografía que muestra a un pasajero de complexión robusta intentando acomodarse en un asiento estrecho de avión ha generado un acalorado debate en las redes sociales, llevando a muchos a cuestionar el enfoque de la industria aérea respecto al diseño de sus asientos.
La imagen, tomada durante un vuelo de Helsinki a Copenhague, fue publicada inicialmente por Christopher Elliott, un defensor de los derechos del consumidor con sede en Washington, D.C.
En septiembre de 2024, Elliott compartió la foto en su página de Facebook, y fue posteriormente difundida por el grupo de hip-hop Pretty Ricky, de Miami. La banda, conocida por su éxito de los años 2000 *»Grind with Me»*, utilizó la imagen para hacer un llamado a las aerolíneas a revisar sus tarifas y políticas para pasajeros de talla grande.
El mensaje fue claro:
Las aerolíneas deben ofrecer soluciones para pasajeros de mayor tamaño. Esta foto, tomada recientemente durante un vuelo, muestra lo difícil que puede ser para alguien que supera el ancho de un asiento viajar con comodidad. Y tampoco es fácil para quien se sienta al lado. Es un tema complejo que requiere compromiso.»
La polémica estalla en línea

La publicación rápidamente acumuló miles de comentarios y dividió la opinión pública. Muchos sugirieron que quienes no caben en un solo asiento deberían pagar por dos.
«Si ocupas dos asientos, debes pagar dos»,* escribió un usuario, reflejando una opinión común. Otro comentó: *»Las personas altas pagan extra por espacio para las piernas, ¿por qué no hacer lo mismo con el ancho?»
Algunos fueron más tajantes: *»La solución es simple: si eres de mayor tamaño, compras dos asientos o se crean asientos más amplios con un costo adicional. Son decisiones personales, y las decisiones tienen consecuencias.»
Otro usuario añadió: *»Yo perdí 40 kilos: en el 99 % de los casos, la obesidad es una elección personal, no un problema médico.»*
Pero no todos están de acuerdo
Muchos, sin embargo, señalaron a las aerolíneas por haber reducido el tamaño de los asientos a lo largo del tiempo con el objetivo de aumentar la cantidad de pasajeros por vuelo.
«La falta de comodidad nos afecta a todos, no solo a quienes tienen sobrepeso», subrayó un comentarista.
Una voz conocida en el mundo del viaje plus-size interviene
El debate adquirió un matiz más personal con la intervención de Jae’lynn Chaney, influencer y activista por los derechos de los viajeros de talla grande. Chaney, reconocida por su campaña de “liberación del cuerpo grande”, cuestionó la idea de que las personas deban cambiar su cuerpo para encajar en los asientos.
¿Por qué debería encogerme para adaptarme a espacios que nunca fueron pensados para mí?»,* planteó en un video de TikTok. *»El problema no soy yo: es el sistema.»
Chaney ha propuesto que se ofrezcan asientos adicionales gratuitos para pasajeros de talla grande, y también respondió a quienes le sugerían volar en primera clase:
*»Los asientos de primera clase tampoco me sirven. Volar no es un lujo: es una necesidad.»*
¿Una cuestión de derechos?
A medida que el debate se intensifica, algunos incluso proponen medidas legislativas, como la creación de una “Carta de Derechos para Personas de Talla Grande”, que garantice un acceso justo y digno al transporte aéreo para todos los tipos de cuerpos.
Otros, de forma más polémica, sugieren pesar a los pasajeros antes del embarque, como se hace con el equipaje, una propuesta ampliamente criticada por ser deshumanizante.
Con el debate aún sin resolverse, la pregunta sigue en el aire:
¿Deberían ser las aerolíneas quienes se adapten con políticas más inclusivas, o recae en los pasajeros la responsabilidad de ajustarse?
¿Y tú, qué opinas?







